viernes, 28 de octubre de 2011

Lo esencial y lo visible

Paraná, 28 de Octubre de 2011

El corazón agolpaba latidos mientras los condenados escuchaban el veredicto del tribunal con cara de piedra. Como sus corazones.

Las redes sociales estallaron con frases acerca del episodio, pero terminaban casi todas con un “Gracias Nestor”. Como una firma.

Una, sobre todo, me desató el pensamiento. Decía: “cerró sus ojos para que vivamos con los ojos abiertos”.

Pasaba ya la media tarde. Mientras en esta vieja Paraná de añosos y renacidos árboles cercanos al Parque Urquiza me entregaban una serenata de calandrias y zorzales, como diría el Maestro Jorge Enrique Martí, iba deshojando imágenes de aquellos compromisos asumidos por Kirchner en un momento donde el ruido de las cacerolas hacía inaudible cualquier promesa. En un momento como ése, era muy difícil enfrentar, además, una promesa con relativa posibilidad de éxito.

Había que enfrentar furibundos factores de poder, ocultos en el entramado centenario de la escena política argentina y no había victoria posible si no se los desenmascaraba. Había pues, que enfrentar alguno de todos los vértices de este icosaedro corrupto donde quien transaba, podría llevar, acaso y a penas, un gobierno a buen puerto.

La otra opción era negociar y transitar más o menos cómodamente, entregando el patrimonio nacional como otra veces, o rendirse ante el clamor violento de las asonadas, o hacer la pantomima de poder y negociar por debajo de la mesa ante los poderosos intereses extranjeros, tal como lo hiciera –y recién ahora lo sabemos- cierto líder de la izquierda vecina que aduló a los Estados Unidos en plena muerte del ALCA.

Entonces, recién entonces, nació el líder inesperado. Un desconocido patagónico vino a decir aquellas cosas que nosotros repetíamos una y otra vez en las plazas, en las reuniones políticas o entre canción y canción, para darle un descanso a la guitarra.

“Conversaciones de borrachos”, decían los conservadores que nos escuchaban. O “utopías de muchachos” los más antiguos y desesperanzados que solo esperaban otra mentira gubernamental.

Me repetía entonces una vieja canción que mi madre escuchaba cuando la radio era la reina de la casa. Decía algo así como: “cuantas veces nos han dicho, riendo tristemente, que las esperanzas jóvenes, son sueños…” 
Pero luego, el estribillo, se contestaba: “El mundo está cambiando. Y cambiará más. (“…”) y la lluvia caerá luego vendrá el sereno”.

Había siempre que seguir. Algunos ya estábamos cansados. Él no. Algunos no creíamos. El sí.

Puso en la juventud su máxima aspiración, porque estaba convencido en que solo un cambio cultural, de modo de pensar, de manera de existir; haría posible un futuro ancho, donde todos tengamos un lugar, “A los jóvenes les digo sean transgresores, opinen, la juventud tiene que ser un punto de inflexión del nuevo tiempo”.

Pero no se olvidó de los olvidados de siempre: “Los problemas de la pobreza no se solucionan desde las políticas sociales sino desde las políticas económicas”.

Néstor Kirchner a pocos meses de haber sido nominado presidente, lanza una frase que estremeció a la audiencia y especialmente al Fondo Monetario Internacional. Ocurrió en los 15 minutos de su discurso a la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2003: “Los muertos no pagan”. Se refería a la gigantesca deuda de la Argentina con el Fondo. "Hay vida después del Fondo", decía.

Haber estudiado economía para ponerla al servicio de la política, le sirvió para hacer algunas afirmaciones sobre la dignidad que quería para el pueblo argentino, frente a las asechanzas de los intereses encontrados: "Hoy podemos decir que le pagaremos al FMI toda la deuda antes de que termine el año" (2005). 

"Terminemos de ser alfombra" (2004, acerca de las presiones externas y financieras sobre su gobierno). 

"Traje a rayas para los evasores" (2003). "No vamos a pagar la deuda a costa del hambre del pueblo" (2003).

Por último, el corolario vuelve caprichosamente, al principio. La impunidad ya no vive en la Argentina y los únicos que tienen la libertad garantizada hagan lo que hagan, son los pájaros que vuelvo a escuchar. Las causas por los delitos de Lesa Humanidad van tomando forma de condena jurídica, ya que la condena pública tuvo lugar hace mucho tiempo: "No habrá cambio confiable si permitimos la impunidad. Rechazamos de plano la identificación entre gobernabilidad e impunidad que algunos pretenden".

Es como para reflexionar otra vez, pero éste jueves, ayer, las madres y abuelas hicieron su ronda sin tanta tristeza, con más esperanza. Como en los viejos árboles de Paraná vuelve la primavera, aún sabiendo que las hojas que cayeron ya no volverán.

Es tiempo acaso de decir, como Rubén Lena: “No se pregunten quien soy, ni si me habían conocido. Los sueños que yo he tenido, vivirán, aunque no estoy. Ya no vivo, pero voy, en lo que andaba soñando, y otros que siguen peleando, harán nacer otras rosas. En el nombre de esas cosas, todos me estarán nombrando”.

martes, 25 de octubre de 2011

Un ombligo demasiado lejos

Paraná, 25 de Octubre de 2011

Ha culminado con felicidad para el pueblo argentino, un extendido y extenuante periodo de incertidumbre, donde los ciudadanos comentaban en las calles una historia contada desde algunos  diarios, que indudablemente no era la que estaban viviendo.

Los titulares disparaban frases tomadas de la boca de los emergentes opositores o creadas por los propios medios y colocadas en las bocas opositoras, que no coincidían con lo que el común vive hora tras hora.

Como si no hubiéramos vivido el 500% de inflación anual, algún candidato trataba de convencer al electorado que la economía marchaba a la hiperinflación.

Como si no hubiésemos vivido represiones y persecuciones, otros trataban de convencernos que la juventud militante adoraba a Hitler.

Otros, expositores o representantes de los intereses financieros que nos arrastraron por años a la desintegración y los corralitos (versión económica de la desaparición forzada, en este caso, de dinero), nos anunciaban tormentas recesivas, mientras el gasto del argentino medio crecía en los días festivos, y éstos llenaban hoteles y hacían cola en los restaurantes.

Podríamos continuar con esta enumeración, ahora caprichosa, de la manifestación más fabulosa de ineptitudes políticas, que se ofrecían como alternativa a lo que la mayoría del pueblo argentino había tomado para sí, pero que se manifestó de manera brutal en esta oportunidad, más allá que la decadencia propositiva comenzara hace algún tiempo en nuestras latitudes.

Entiendo que el secreto siempre está en los “para qué”.

Uno puede trasladarse de uno a otro lugar, el secreto es “para qué”. Uno puede intentar reflejarse en un proyecto, el secreto es “para qué”. Uno puede levantar muros o destruirlos, el tema es “para qué”.

Y esto fue lo que no entendieron la mayoría de los dirigentes opositores, que desde el inicio de su carrera, demostraron estar disputando solo un retazo de poder, una migaja cada uno, a ver si se lograba resquebrajar al Gobierno de Néstor primero, y de Cristina luego.

Y aunque no hubiera habido –que la hubo- alguna altisonancia desestabilizadora allá por los meses del conflicto rural, cada cual desde su punto de vista, trató de hacerse notar ante un pueblo que indudablemente estaba viviendo otra realidad y no la que le querían imponer.

Ese mirarse el ombligo no les permitió entrever que hacían falta propuestas concretas.

Para responder, por ejemplo, al inmenso caudal de juventud, que utilizando las redes sociales, logró contrarrestar el evangelio opositor distribuido desde la imprenta mediática, mediante recursos simples, como trasladar ideas, contenidos políticos y hasta militancia activa –como las concentraciones para defender la Ley de Medios- acercando a miles y miles de “cyberactivistas” las profundas razones de los “para qué” de un obligatorio conocimiento de qué se estaba debatiendo.

Antes, en pleno debate por la famosa resolución 125, los blogs, correos electrónicos y cualquier otro método informático a mano, fue resquebrajando la escasísima adhesión interesada, hasta lograr que la adversidad política devenida de esa noche, que parecía ganar los corazones “k”, se revirtiera poco después en la razón más poderosa de militancia y mística política.

Porque no se puede seguir cayendo en el facilismo dialéctico, adjudicando sólo a la muerte de Néstor el renacimiento de la militancia que termino ayer por darle una nueva oportunidad a Cristina, ya que, a poco de caer en la derrota de 2009, sobrevinieron la Ley de Medios, el Matrimonio Igualitario, la Asignación Universal por Hijo y otras iniciativas no menos importantes, que pusieron en su lugar a los mentores de las cacerolas de teflón, a punto tal, que el emergente rural Llambías tuvo un estrepitoso fracaso electoral.

Era el botón que faltaba para demostrar de qué modo ya no hay lugar para llevar de las narices a gente presuntamente desinformada a defender intereses sectoriales, cuando se sabe claramente cuáles son los intereses de conjunto.

“La vida es aquello que sucede mientras uno está entretenido en otras cosas” supo decir John Lennon, pero se ve que el arco opositor pasó por alto al Beatle.

No se puede, en definitiva, ganar elecciones propagando lo que NO se quiere. Las elecciones se ganan proponiendo esperanza en futuros mejores, no tratando de decirle al pueblo lo que está viendo. No proponiendo pasados.

El así llamado “arco opositor” construyó la campaña desde su propio cielo, sin escuchar qué intereses tenían aquellos que iban a darle el triunfo o el fracaso. Desoyendo el murmullo, logró un estruendo y construyendo pequeñas mentiras logró, en definitiva, una gran verdad popular que ahora camina sola, sin necesidad de titulares excluyentes ni tutores intelectuales que tienen el ombligo tan profundo y lejano, que ni siquiera logran ver que está vacío.

viernes, 21 de octubre de 2011

La Verdadera Mirada

Concepción del Uruguay, 21 de Octubre de 2011

La elección del domingo parece definida. Los números que arrojan tanto las estadísticas como las proyecciones, indicarían dos vertientes que es menester entreleer para tratar de ejercitar una  teoría de los comportamientos políticos y sociales de una Argentina distinta.

Una, la de los resultados que emerjan y el otro, el rumbo de los pueblos que establecen su propia lucha para su propia dignidad.

Pero prestemos atención a lo que nos cuenta Paulo Coehlo, para ayudarnos  en este ejercicio.

El autor de “El Alquimista” se encontraba cierta vez en una estación de ferrocarril esperando el arribo de una editora, cuestión que le estaba demandando un tiempo inesperado.

De pronto una pregunta le asaltó: ¿qué distancia hay entre rieles del ferrocarril?

Le trasladó la pregunta a un empleado, quien le contesto: 1,435 mts. ¿1,435? Insistió Coehlo, recibiendo como respuesta que sí, porque esa era la distancia entre las ruedas del tren, lo que no conformó al escritor quien se lo hizo saber al dependiente. “Ah mira, estas cosas siempre fueron así”, dijo el ferroviario, dejando a nuestro testigo preguntándose por qué esa medida caprichosa y no 1,50 mts,  o alguna otra cifra redonda.

Puesto a investigar sobre el asunto, llegó a la conclusión de que esa medida estaba impuesta desde la época del imperio romano, cuyos carros disponían de esa medida tomando como referencia el ancho del lomo de dos caballos atados a la par, como manera que las pisadas de los animales no se superpusiera con las ruedas y viceversa, de modo tal de impedir o amenguar los lodazales en que caían los carros, posibilitando ambos trabajos. El de la rueda y el del animal.

De esa misma medida se trazaron los primeros caminos y, consecuentemente las primeras carretas y de esa medida, luego también, las primeras líneas de ferrocarril, que llegan a nuestra época.

Tanto así es, que el transbordador espacial que despegara del Centro Espacial Kennedy, en Merrit Island, Florida, tenía sus cohetes propulsores fabricados en Utah, debiendo atravesar túneles que estaban acondicionados para trenes, por lo que sus dimensiones ultramodernas, debieron adaptarse al ingenio milenario de Roma.

Viendo esta anécdota, a uno se le ocurre pensar cuántas veces tendemos a “acomodar” las acciones presentes a dictados culturales que ni siquiera sabemos de dónde nos llegaron.

La sicología social tiende muchas veces a colaborar con la interpretación de los signos culturales, pero sin lograr (tal vez porque no sea su misión) corregir tales conductas.

Políticamente hablando, aún reconociendo la carga social y económica que –se dice- interviene en la decisión que parece indiscutible hacia el domingo, algo de cambios de conductas y rompimiento de parámetros tiene que tener, porque ha quedado demostrado que no son las clases menos aventajadas las que están contenidas mayoritariamente en esta posibilidad, sino que sectores empresarios, de investigación, universitarios y vectores de cultura, entre otros, han manifestado sentirse contenidos en este bagaje.

Son días de silencio de campaña y los partidos políticos desarrollan su tarea ultimando los detalles para llevar adelante, con más o menos ahínco, su tarea de convencimiento casa por casa, persona por persona.

Esta suerte de paz temporal nos permite avizorar entonces que, a la luz de los acontecimientos nuevos, otro pensamiento surca el horizonte de nuestras fuerzas con aspiración a representar la voluntad popular.

Y esto se ve reflejado en las redes sociales.

El Director Nacional Electoral, Alejandro Tullio confirmó en las últimas horas que las redes sociales (elemento nuevo en estas contiendas) están exentas de la veda, ya que la misma se extiende a los partidos y a los candidatos de esos partidos, pero no a los ciudadanos, por tratarse las redes sociales de un espacio de libertad no alcanzadas por las prohibiciones.

Ya este ejemplo simple, nos sirve para reflexionar que por ahí, los ciudadanos y no quienes aspiran a representarlos, son los que ensanchan los túneles.

Si esto es cierto, serán los representantes que emerjan de esta encrucijada los que plasmen este ensanchamiento levantando la mirada hacia el país superior al que todos aspiramos.

miércoles, 19 de octubre de 2011

El “Efecto QWERTY”

Paraná, 19 de Octubre de 2011.
 Hace unos años, ante el desafío de dirigir un importante medio radial, me decidí a realizar un curso de “conducción estratégica”, a cuya primera clase… llegué tarde.

El grupo heterogéneo de personas, dirigentes todos de empresas, comerciantes, etc. escuchaba con atención las explicaciones del conferenciante, quien había escrito con  letras notables en el pizarrón, la palabra “QWERTY”, recurriendo a ella insistentemente como “el efecto QWERTY”.

Curioso, pregunté a quien estaba dando la charla, qué era el efecto QWERTY, a lo que Mario (así se llamaba quien dictaba el curso) me reprendió amablemente. “Llegaste tarde, Juan, ya lo expliqué.  La conducción comienza con el ejemplo. Lo siento, tendrás que deducirlo”.

Me puse con uñas y dientes y sin preguntarle a ninguno de mis compañeros de curso, a tratar de desentrañar el mensaje, encontrando sólo 5 letras en el teclado de la computadora que dijeran tal cosa, ya que ni mi hija, docente de inglés, pudo ayudarme. No existía la palabra.

En la próxima clase, recurrí nuevamente a Mario, indicándole que lo único que había encontrado eran las letras del teclado. Condescendiente, aprobó  mi interés y merituó que el hecho de no haberme dado por vencido, merecía la siguiente explicación, que paso a contarles:
“Efectivamente, son las letras del teclado de la compu, y obedece a lo siguiente: Cuando se inventaron las máquinas de escribir (de donde viene la mecanografía hasta la actualidad), el teclado era redondo y las letras principales estaban colocadas en el medio. Quien conoció las máquinas de escribir, saben de sus complejos mecanismos de palancas y enlaces de metal que la componen, por lo que, estando esas teclas principales bajo el mando de los dedos más fuertes de las manos, éstas se rompían sin solución de continuidad.”

“Tal era el problema que a alguien se le ocurrió pensar en cambiar la posición de las teclas, a fin de colocar las letras menos usuales en los dedos más fuertes, y viceversa. De ahí provienen estos teclados que pasaron directamente de la máquina de escribir a las computadoras.”

A esta altura de los acontecimientos, todo es digital y no hay teclas para romper. Es más, ya pululan los teclados “virtuales”, aquellos que, como el IPod, o las Tablets, incluso muchos celulares, directamente se escribe sobre la pantalla. Sin teclas.

Si ahora nada se rompe… ¿Por qué seguir atados a un teclado tan diverso y complejo?

La respuesta es tan simple como razonable, así como sobrecogedora y definitoria: “Si así funciona… ¿Para qué cambiar?”

Hacia 1990 Alvin Toffler se refirió al Poder como un todo de tres partes: La fuerza bruta, el dinero y el conocimiento. La fuerza bruta tiene el límite de la vida. A nadie le sirve un conquistado muerto. El dinero es obvio, todas las billeteras se vacían. Y el conocimiento, es eterno y cuánto más se da, más se tiene.

Algo de eso le sucedió a América Latina.

Nuestra ignorancia o descuido de las raíces que nos hicieron lo que somos, sumada al ocultismo en la generación de una historia “a medida”, más la obediencia lisa y llana de nuestros gobernantes al imperio de la fuerza o a la corrupción propuesta por los países presuntamente líderes. Hasta que tocamos fondo, hasta que se terminó el dinero.

Allí nació nuestra imperiosa necesidad de romper con el efecto qwerty y dar vuelta el teclado de la historia a nuestro favor.

Estoy convencido que ya habría que dejar de hablar de Keynesianismo (pese a que se escribe con K) y empezar a hablar de Latinoamericanismo, que no vendría a ser un método económico, sino una profunda fuente de conocimiento y compromiso para los olvidados, para ponerlos en la portada de los diarios, al frente de los emprendimientos, y al tope de las dignidades.

Y que debemos dejar que los que miran con nostalgia el pasado, sigan pensando que la dignidad genera vagos, o que las chicas se embarazan por dinero (una forma de llamarlas prostitutas).

Dejemos que siga cundiendo en la minoría política más minoritaria jamás conocida por nuestras tierras, el efecto qwerty.

Hasta la próxima.

viernes, 14 de octubre de 2011

¿Quo vadis, Hermes?

Paraná, 14 de Octubre de 2011


Binner no vendrá a Entre Ríos. No encuentra donde pararse. Las sociedades imaginadas no le acercaron vientos de optimismo y observa con preocupación la evolución de las tendencias del voto entrerriano.

El cuadro presentado por los encuestadores en las últimas horas, merece una observación muy atenta, ya que la traslación de votos atada a los cambios en la propuesta electoral respecto de Agosto, han traído más de una lectura posible y ninguna parece conformarle.

La irrupción de Binner en un escenario cargado de oposiciones furibundas, calificadas por el mismo socialismo como “oposiciones dañinas”, ha corrido el tablero de las iniciativas opositoras, aunque no llegue ni a inquietar al gobierno –como si lo hicieron a lo largo de estos años de democracia-  las segundas o terceras fuerzas, como Alende, Alsogaray, Bordón e, incluso, Carrió; que tuvieron –y perdieron- la oportunidad de consolidarse en esos lugares, en la mayoría de los casos por ser absorbidos por las mieles del poder, o por la falta de un contenido filosófico en el fondo de la propuesta.

La Alianza, incluso, ganando las elecciones demostró ese vacío y terminó por desintegrarse durante el ejercicio del gobierno.

El entramado imaginado por las opciones antagonistas, viene demostrando manifiestas incapacidades para evaluar las acciones del Gobierno, probablemente por pensar las acciones políticas anunciadas, del modo que ellos actuarían de estar en el lugar de la toma de decisiones.

Las PASO son modelo de lo afirmado. Tanto el radicalismo como el así llamado “peronismo federal”, (y el propio Binner) eligieron apostar por la no realización de las internas abiertas, simultáneas y obligatorias, y pusieron en marcha una furibunda maquinaria antropofágica que terminó por limar todas, sin excepción, las posibilidades de papeles dignos para sus candidatos, con el agravante que prepararon terrenos que luego no se hicieron reales. Ni siquiera el anuncio de pre - internas que no se realizaron en ninguno de los casos.

El socialismo –buen ejemplo de lo antedicho- despreció el anunciado armado con Pino Solanas, “durmiendo” al porteño que ni siquiera juntó los avales para participar el 23. Luego de haber coqueteado con el radicalismo, hasta culminar sin iniciar la sociedad; dejó que se armaran espacios comunes con la UCR local, posiblemente porque la incertidumbre generada, sumada a cierta inocencia en la estrategia radical, más la necesidad de sumar con alguien; hizo que el radicalismo entrerriano bajara tanto las banderas que, en algunos lugares, como Gualeguaychú, ni siquiera se vean. Llevan como candidato a un justicialista a la intendencia.

Cayeron en la celada de un socialismo entrerriano, que, solo, no tendría quien convierta intención en votos.

Así las cosas, Benedetti parece haber logrado el “doble pegado”, llevando a Binner como candidato a Presidente, lo que de algún modo significa despreciar al candidato propio, perdiendo (¿otra vez?) la posibilidad de mantener una coherencia filosófica y, ya que no tiene chances de arrimarse a los primeros escalones, al menos intentar “juntar” las intenciones verdaderamente radicales y mostrar de verdad, cuánto importa el radicalismo entrerriano en votos concretos.

Pero el socialismo con pata radical tiene su expresión en el GEN y la sociedad Reggiardo – D´Angelo, que aspira la legítima representación de Binner en Entre Ríos, no asoma en el horizonte del 2%. Su iniciativa política fue impugnar ese doble pegado, que solo le conviene al “socialismo oficial”.

Si a esto le agregamos que Jorge Busti –sin pertenencia nacional- podría aspirar al segundo escalón en la preferencia a Gobernador, Benedetti aún “pegado” con Binner, no solo relegaría sus aspiraciones sino que se expone a que el voluntarismo socialista se adjudique todos los votos, empujando la crisis que se agita en las aguas que ¿conduce? el uruguayense Artusi.

¿A qué vendría entonces, Binner a Entre Ríos? Perdida la posibilidad de juntar al socialismo entrerriano, debería subirse al palco que encabezaría un radical que, al mismo tiempo promete arrimarle votos a Alfonsín.
En fin. Todo parece indicar que las recientes tormentas parecen haber indicado “desensillar hasta que escampe” y que esa mejora climática recién podría darse después del Gran Domingo que nos espera dentro de pocos días.

martes, 11 de octubre de 2011

Los Componentes de una Decisión.

Paraná, 11 de octubre de 2011.
La tendencia es apabullante. Los números del resultado posible del acto electoral del próximo 23 vienen demostrando una y otra vez la contundencia de lo previsible. Nada parece afectar la estructura del voto mayoritario y la oposición lucha por posicionarse, al menos, en un segundo lugar lejano, pero que signifique poder mostrarse como “segunda fuerza”, aunque lejos, muy lejos de cualquier resultado anterior en la vida democrática del país.

Cuando uno indaga, tanto en fuentes propias como en las expresiones periodísticas de distinto origen, las manifestaciones de los “por qué”, tienen -casi todos-  un basamento de tipo social que, si bien tiene una matriz económica, producto del modelo de acumulación impulsado por el Gobierno Nacional; todo confluye en advertir que esa es la raíz de todos los logros que pueden mostrarse en la geografía nacional. Y la gente antes olvidada, fuera de todo registro, siente que ha sido tenida en cuenta.

Pero no es solo la mirada del desamparado social la que afecta esta realidad.

La CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), organismo dependiente de la ONU responsable de promover el desarrollo económico y social de la región, ha advertido en un informe de estas últimas horas, que la Asignación Universal por Hijo ha tenido un innegable “impacto” (sic) en la baja de la pobreza y la indigencia, así como alude a que “la oferta de programas y políticas de protección social en la Argentina da cuenta de múltiples avances en tiempos recientes, así como de importantes retos de cara al futuro”.

Además, la CEPAL hace mención que este sistema considera como mayor desafío la retención de los estudiantes de menores recursos, particularmente en la secundaria, así como mejorar la calidad del sistema a partir de la extensión de la jornada escolar, priorizando “las zonas de mayor vulnerabilidad social”.

Atado de esta mirada esencial de raíz profundamente humana, hay que atender algunos rasgos propositivos que van incubándose imperceptiblemente en la malla productiva de nuestras regiones.

Las provincias -y Entre Ríos es un ejemplo de ello- han podido mediante las herramientas creadas en la Nación, darse lugar para atender la demanda de innumerables emprendedores que se han allegado a las fuentes financieras especiales, logrando una demanda de créditos muy ventajosos para desarrollar ideas que fructifican luego en más trabajo registrado.

Paralelamente, las sedes territoriales de la Agencia Social Productiva, se está encargando de promover la inclusión de jóvenes sin capacitación y prepararlos para un futuro inmediato de ocupación, sobre todo en los menesteres más requeridos por las industrias circundantes a cada lugar donde se encuentra alguna de estas agencias.

Sin pretender un privilegio estadístico, debemos sumar el tremendo vector de inclusión educativa a través del programa “Argentina Conectada” que ha llegado ya a más de 1 millón de estudiantes en todo el país en forma de netbooks con que los jóvenes acceden a material didáctico de las mismas fuentes en todo el territorio nacional, lo que habrá de complementarse en poco tiempo más (en verdad, ya funciona en dos provincias como La Rioja y Misiones) con el programa “Conectar Igualdad” que se basa en el tendido de fibra óptica y del cual Entre Ríos ya firmó el convenio correspondiente y el servicio de Televisión Digital Satelital del cual ya gozan más de 150 escuelas rurales en Entre Ríos es fácil entender que muy pronto el crecimiento social dejará de discriminar entre quienes acceden y quienes no, a la educación que todos tenemos derecho de tener disponible.

Entonces,  no resulta tan árido el terreno del entendimiento.

Los por qué surgen solos de un avistaje rápido. La gente no quiere volver atrás y apuesta por continuar por esta senda, que no ha sido fácil, pero a la que todos, en la medida de nuestro esfuerzo, estamos construyendo.

Por sentirse partícipes, cada uno va conformando los componentes de una decisión que, a la luz de las tendencias, a esta altura parece irreversible.

martes, 4 de octubre de 2011

Aroma a Laurel

Paraná, 4 de Octubre de 2011
Todo llega. Y faltan pocos días para arribar a un nuevo hito en la vida democrática del país.

La inmensa adhesión obtenida por la Presidenta de la Nación y el Gobernador Urribarri en las primarias del pasado 14 de Agosto, vienen haciendo difíciles los armados políticos de los partidos de oposición, ratificando la lenta adecuación a un momento de indudable bonanza de la Argentina y al correlato que por primera vez pone a Entre Ríos en orden a las provincias más importantes, habiendo obtenido, de ese correlato, nuevas conquistas en los sectores más desprotegidos de la sociedad y en los grandes ejes de todo gobierno que se precie.

Así pueden verse desde nuevos caminos, escuelas, obras públicas en lugares donde, en casi todos los casos, de ellas dependía la dignidad de los beneficiarios o destinatarios de las mismas.

Por otra parte, otras dignificaciones se han dado en órdenes diversos que repercutieron en beneficios personales. Desde jubilaciones y pensiones, beneficios universales para madres sin trabajo y embarazadas; hasta créditos para empresas que han desarrollado una fenomenal recuperación del trabajo registrado o fuertes inversiones en energía para tratar de cubrir la innegable recuperación de la actividad fabril, logrando el sueño de muchas generaciones de argentinos: que las exportaciones de origen industrial superaran a las agropecuarias, aún sin detener el crecimiento de la actividad del campo.  Y con ello, la caída de los índices vergonzantes de desempleo, pobreza e indigencia.

Estas realidades han despejado (y así lo demuestran las distintas tendencias que se dan a conocer) el camino del presente Gobierno nacional y provincial a recibir el respaldo de la población, hecho anticipado por las elecciones primarias y que van mellando los recursos electorales de las expresiones opositoras, al punto de observarse claramente en Entre Ríos el desgranamiento de otrora tradicionales opciones.

El radicalismo, sin dudas, es la primera víctima de esta situación. Entre la semana pasada y la presente, varios dirigentes –menospreciados por presuntamente minoritarios e irrepresentativos- se han sumado al oficialismo provincial e, incluso, algunos apuntan a seguir, al menos, con el tándem Cristina-Urribarri, es decir, que no votarían incluso, a su propio candidato Benedetti.

Si eso no fuera suficiente, sumemos el hecho de que el radicalismo haya dejado vacante una candidatura que parecía natural, como Gualeguaychú, en manos de un ex representante del PJ Emilio Martínez Garbino, quien, además, va aliado a referentes del peronismo díscolo, tal el hijo del ex candidato peronista a la gobernación, Héctor Maya y llama al corte de boletas, despreciando la convergencia con el radicalismo y su candidato provincial.

Algo parecido a este desangre, le toca “administrar” a Jorge Busti, quien desde la cabeza de la Cámara de Diputados puja por sostener una tropa que aparece díscola, habiendo trascendido nombres y apellidos de dirigentes regionales que dan, con poco agrado, muestras de haberse refugiado en una irreductible vocación local, dejando de acompañar al líder de “Evita Militante” y tratando de sostener sus expectativas a nivel municipal, por fuera de candidaturas superiores  paralelas a la estructura, pero siguiendo el camino de Cristina-Urribarri.

Una de las peores situaciones políticas, de las cuales es muy difícil remontar, es la escasa expectativa de triunfo.

Y ello se ve en la iniciativa; presuntamente generosa y con miras a fortalecer la vida democrática; de llamar por internet al concurso de fiscales para el acto electivo, (casos PRO y UCR) lo que inmediatamente se relaciona con el pobre entusiasmo de la gente en poner la cara en una elección, por opciones que, si bien pueden jugar un papel importante en  esta contienda, no le ofrecen al ciudadano una buena custodia de sus aspiraciones, o que esas aspiraciones ya fueron cubiertas –en todo o en parte- por las gestiones nacional o provincial de la forma ya mencionada.

Es posible que las personas que se ofrecen como candidatos o los partidos que ellos representan, no hayan advertido que el favor y fervor popular son las bases fundamentales de su oferta electoral y, mucho más allá de los prestigios y laureles que se muestren como merecedores de la confianza de la gente, no hay duda que los resultados obtenidos y el rumbo impuesto para lograr esos objetivos, representan a tal margen del electorado, que las motivaciones militantes se van alineando con antiguas deudas de la política que, pareciera, se han comenzado a pagar.

Y las ha comenzado a pagar una gestión que ha hecho de las antiguas utopías, realidades palpables. Y de la desesperanza crónica, dignidades concretas.

De eso se trata. No se da cuenta quien se opone con fuerza a semejante realidad, que no se puede volver atrás, porque ahora sí, la gente común siente que son eternos “los laureles que supimos conseguir”.