Concepción del Uruguay, 28 de octubre de 2010.
“Si robaran el mapa del país de los sueñosSiempre queda el camino que te late por dentro
Si te caes te levantas, si te arrimas te espero
Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.” (Rosana)
Es la tristeza, quizá, la primera reacción por el líder muerto.
Sin embargo, el camino que nos late por dentro, como dice Rosana, nos indica que la vida nos sigue esperando.
No cabe la pausa para recordar al que dio la vida por su lucha, sus ideales. Su Patria.
El sentimiento de pertenecer a un pueblo que siempre latió dentro nuestro, es un camino, no una meta.
Por lo tanto, el devenir es continuidad que necesita solo el respiro para despedir al que se fue, pero no cesa en la obtención del gran objetivo común que es la Patria grande para todos, estemos en el lugar filosófico en el que las convicciones nos hayan puesto.
Tal vez los que ven el país y aún sus propios intereses desde otro lugar, no se den cuenta de las veces que hemos soñado con un país como el que tenemos ahora.
Tal vez no se logre ver, desde otros ojos, el inmenso abrazo que la Patria les ofrece hoy a los hijos que nunca reconocimos. A los distintos, a los olvidados, a los viejos y a los gurises.
Hemos visibilizado, después de la disgregación que fue posible en 2001, emergentes que la aristocracia negaba sistemáticamente como indeseables.
La integración social de la que hoy gozamos, Ley de medios mediante, ha puesto en el lugar soñado a la juventud comprometida, a la población originaria, a los discapacitados.
El pueblo en la calle en la lucha por sus ideales, sueño de líderes, hoy es una realidad en esta Argentina nueva y nuestra.
Renovada y ahora dolida, la democracia argentina llora hoy una pérdida, que es reparable solo en virtud de continuar la lucha. No de caer de rodillas a llorar lo perdido, sino en sacar fuerzas de esta flaqueza por lo ya logrado, e ir en pos de lo que falta, con los nombres dorados como bandera, en la cual hoy, se ha sumado una nueva estrella que nos servirá de guía.
Las Madres, las Abuelas y todos sus hijos, los estudiantes y los olvidados, los carecientes y aún los que hemos sido bendecidos por compartir un espacio de privilegio frente a todos ellos, no podremos, con la omisión o la negación, quitar del espacio que la historia le ha otorgado a quien lloramos con profunda pena.
Hasta siempre, Nestor Kirchner
“Mejor lento que parado, desabrocha el corazón
No permitas que te anuden la imaginación
No te quedes aguardando a que pinte la ocasión
Que la vida son dos trazos y un borrón.” (Rosana)
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